3 consejos para sentirnos bien en otoño

El otoño marca el final de la temporada de crecimiento; después de haber proporcionado la cosecha, la naturaleza ahora hace que todo quede desnudo. En esta estación la naturaleza se despoja de su abundancia pasada en una gran presentación final.

Al igual que en la naturaleza, el paso de las estaciones influye en el funcionamiento de nuestros cuerpos de una manera determinada, enfocándose en órganos concretos, formas de actuar y pensar, y en nuestro estado emocional. En la medicina tradicional china la estación del otoño corresponde al elemento metal, a los órganos de los pulmones e intestino grueso.

En la naturaleza el otoño es la época del dejar ir, de liberar la energía dirigida hacia el exterior; las hojas cambian de color, caen y vuelven de nuevo a la tierra, enriqueciéndola, para promover la llegada de nuevas hojas y un nuevo crecimiento.

Podemos aprender más sobre nosotros mismos mediante la observación de los ciclos de la naturaleza. Los árboles en otoño no mantienen obstinadamente sus hojas porque piensan que podrían necesitarlas el año próximo. La energía de esta temporada, más que cualquier otra, nos apoya para dejar ir lo viejo y estancado en nuestras vidas, dejándonos receptivos a lo puro y lo nuevo, animándonos a desprendernos de lo que ya no necesitamos, creando espacio para el futuro.
Emocionalmente el elemento de metal se asocia con la pena, la pérdida y la tristeza, la cual nos limpia de lo que ya no es necesario en nuestras vidas. El elemento metal también está asociado a las emociones positivas de inspiración y coraje. Cuando nos alineamos con la naturaleza y los ciclos de las estaciones, cuando abrazamos el ‘dejar ir’ y la separación de la misma manera que el otoño abraza la recolección de la cosecha, entonces tenemos la oportunidad de transformar el dolor, la pérdida, la tristeza y la depresión en la inspiración y el coraje.

El intestino grueso tiene la función de eliminar lo que es innecesario o tóxico de nuestros cuerpos físicos. A nivel mental y emocional podemos considerar la función de este órgano como de ayuda para liberar programas y patrones mentales que ya no nos benefician, eliminando basura mental, lo que permite que nuestras mentes se vuelvan menos nocivas y desordenadas. Los pulmones son los «Comandantes del Qi ‘, el primer lugar por el cual la energía entra en nuestro cuerpo. El aire en otoño se carga de frescura, dándonos la oportunidad de llenar nuestros pulmones con aire fresco y limpio. Un tiempo para disfrutar de lo puro y nuevo y para sentirnos inspirarados por las posibilidades que traerá el futuro. Los pulmones y el intestino grueso trabajan como un equipo: uno llenando el cuerpo con lo puro, lo nuevo, lo fresco, y el otro eliminando de él los residuos.

Al igual que la naturaleza entra en un período de descanso, asímismo nosotros podemos liberarnos de obligaciones superfluas y darnos un respiro, intentando no sobrecargarnos. El tiempo para » «ponerlo todo ahí fuera»- el verano – ha pasado. Ahora es el momento de mirar hacia el interior, reflexionar y liberar lo que ya no es necesario. Es un buen momento para reorganizar, limpiar y donar aquello que ya no necesitamos,  y salir a la calle, a disfrutar en la frescura del aire otoñal.

  Lao Tsé

A medida que el calor del verano pasa y abrazamos un clima más fresco, también podemos apoyar nuestra transición fisiológica y emocional con el consumo de los alimentos de la temporada. Otoño se asocia con la sequedad por lo que es importante asegurarnos de que estamos bebiendo suficiente agua. Nos alejamos de los alimentos que enfrían del verano para nutrir nuestro cuerpo y nuestro sistema inmunológico con otros ricos en calor y humedad como el ajo, el jengibre, puerro, alcaparras, champiñones, calabaza, batatas, nueces y semillas, manzanas, peras y miel. Mis tres mejores consejos para abrazar las lecciones de la naturaleza y vivir alineado con los ciclos de las estaciones en este otoño son los siguientes:

1. Sal a la calle, ve a caminar, respira el aire fresco.

2. Combate la sequedad bebiendo suficiente agua y come alimentos de la temporada.

3. Mira hacia tu interior, reflexiona y libera los patrones negativos. Intenta dejar ir un hábito que ya no te sirve.

Si quieres practicar Qi Gong para adaptarte a esta temporada, trabajando con movimientos centrados en los pulmones e intestino grueso, respiración y atención, puedes unirte a mis clases:

Lunes y miércoles de 19:00h a 20:15h

Martes y jueves  de 09:45h a 11:00h

También puedes apuntarte a mi nueva serie de Talleres para las Estaciones.

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La alimentación saludable en la medicina tradicional china

Con tantas teorías acerca de la dieta saludable como tenemos a nuestro alrededor estos días, puede ser difícil llegar a saber lo que es realmente bueno para nuestro cuerpo. He aquí un punto de vista completamente diferente acerca de la comida, uno que ha sido establecido a lo largo de miles de años.

La mantequilla es mala, la mantequilla es buena; la Coca-Cola Light es buena, la Coca-Cola Light es mala; comer alimentos crudos es malo, la comida cruda es buena….

Nuestros puntos de vista sobre la comida sana cambian todo el tiempo, a menudo en función de los nuevos resultados de la investigación clínica. Sabemos todo sobre grasas, hidratos de carbono, proteínas, minerales y vitaminas, pero no importa qué tan avanzado nuestro conocimiento sobre los alimentos es, siempre hay estudios que introducen algo nuevo y alguna dieta se cae por el camino. ¿Qué es lo que nuestros cuerpos necesitan realmente? Esa es una pregunta para la que parece que nunca vayamos a encontrar una respuesta.

Los chinos tienen su propia respuesta a la alimentación saludable, con conceptos muy relacionados con la medicina tradicional china. Probablemente son los partidarios más acérrimos del dicho «eres lo que comes», independientemente de si realmente siguen ese consejo.

1. La comida es la medicina, la medicina es la comida

En contraste con la medicina occidental, los papeles de la alimentación y la medicina en la Medicina Tradicional China se solapan. Por ejemplo, una sandía es comida, aunque también puede tener un efecto médico durante los días calurosos debido a sus propiedades hidratantes.

Los antiguos clanes de China, que datan del año  2200 aC, comenzaron a descubrir los diferentes valores medicinales de algunas hierbas, mientras que todavía se dedicaban a la caza y la recolección. Algunos alimentos aliviavan su enfermedad, algunos otros causaban la muerte. Con el tiempo, y en concurrencia con el crecimiento de la filosofía china, se desarrollaron variadas teorías médicas.

Sin embargo, también hay algunos alimentos que se consideran más «medicina» que «alimento», por ejemplo, el ginseng. Cuando se trata de esta «medicina», una persona debe consultar a un médico, ya que comer algo podría hacer que su cuerpo empeorase. ¿Por qué? Los alimentos tienen diferentes naturalezas, y todos tenemos diferentes cuerpos que interactúan de manera distinta con los diferentes alimentos.

2. Las cuatro naturalezas de los alimentos

En la Medicina Tradicional China, la comida se divide en cinco naturalezas: frío, fresco, neutral, templada y caliente. La naturaleza de los alimentos no está determinada por su temperatura real, sino más bien por los efectos que tienen sobre el cuerpo de una persona después de su consumo. Cuando una persona come continuamente un tipo de alimento, se crea un desequilibrio en su cuerpo, y afecta a su sistema inmunológico. Por lo tanto, una de las claves en la medicina china es mantener nuestro cuerpo «neutral».

Los alimentos que son tibios y calientes traen calor a nuestros cuerpos – por ejemplo, carne de ternera, café, jengibre, chiles picantes y los alimentos fritos – mientras que los alimentos fríos y frescos enfrían nuestro cuerpo – por ejemplo la ensalada, queso, té verde, y la cerveza. Alimentos neutros son alimentos como aceite, arroz, carne de cerdo y la mayoría de los tipos de pescado.

Una persona que tiene un exceso de calor en su cuerpo por lo general se siente caliente, suda todo el tiempo, es gruñón, tiene la lengua hinchada, y podría tener estreñimiento. Las personas con demasiado frío en su cuerpo tienen un aspecto pálido, las manos y los pies fríos, pueden sentirse débiles, o tener mala circulación de la sangre. Cuando esto sucede, se nos aconseja el dejar de comer ese tipo de comida.

3. Es algo más que el sabor

La Medicina Tradicional China divide el sabor de los alimentos en cinco tipos diferentes: ácido, amargo, dulce, picante y salado. Pero para los chinos, se trata de algo más que el gusto. En la Medicina Tradicional China, cada bocado de alimento nutre a un órgano en concreto: los alimentos ácidos van al hígado y ayudan, por ejemplo, a detener la sudoración y  alivian la tos; los salados  ayudan a los riñones a drenar y purgar; los amargos benefician al corazón y al intestino delgado y ayudan a reducir el calor y secar cualquier humedad; la comida picante entra en los pulmones y el intestino grueso y ayuda a estimular el apetito; y el alimento dulce entra en el estómago y el bazo y ayuda a armonizar y lubricar el cuerpo. Por lo tanto, es importante contar con cada sabor en la dieta.

¿Eso significa que para estar sano sólo podemos comer alimentos neutrales en todos los sabores? No necesariamente: la elección de los alimentos se ve afectada por nuestra propia constitución, la estación del año y el lugar donde vivimos. La disposición del cuerpo también podría verse afectada por la edad y el sexo. En otras palabras, los médicos de Medicina Tradicional China adaptan sus recomendaciones a las diferentes condiciones.

4. Comer según la temporada

La temporada y época del año es otro factor a la hora de la elección de alimentos. Por ejemplo, la primavera es a menudo húmeda y pegajosa en China, lo que significa que necesitamos alimentos que puedan quitar la humedad de nuestro cuerpo, como el maíz, las judías blancas y la cebolla.

El verano es caluroso, por lo que necesitamos alimentos para refrescarnos, como la sandía y el pepino. El otoño es seco, lo que significa que necesitamos alimentos para «lubricarnos», como los guisantes y la miel. El invierno es frío, por lo que necesitamos alimentos que calienten el cuerpo, como la carne de ternera.

En el mundo globalizado, uno puede fácilmente comprar alimentos que no están en temporada. Pero las prácticas tradicionales chinas dictan que esta podría no ser la mejor manera de alimentarnos, ya que los alimentos de temporada nos aportan la nutrición que necesitamos en esa estación en particular. Un concepto similar también existe en general en el mundo occidental.

6. El clima también importa

El clima de un lugar también puede afectar nuestra elección de alimentos. Por ejemplo, si vivimos en una zona donde el clima es muy húmedo y frío, la comida picante nos beneficiará ya que nos hace sudar y por lo tanto elimina la humedad en nuestro cuerpo. Por el contrario, si la gente de las zonas templadas comen demasiada comida picante, el cuerpo va a estar demasiado caliente, lo cual no es muy saludable.

7. Encontrar la justa medida

Al final , ¿qué podemos considerar saludable, y qué debemos evitar? En la Medicina Tradicional China, cada alimento es nutritivo, y siempre que una persona sana no coma demasiado de ningún alimento,todo es saludable. Los filósofos chinos nos hablan siempre de ir hacia el «punto medio»; nunca tomemos los extremos. En la Medicina Tradicional China, también es importante no comer demasiado (sólo hasta el setenta por ciento de nuestra capacidad), y tomar los alimentos con una temperatura moderada, a fin de evitar un sobreesfuerzo de los órganos digestivos.

Hay un dicho en China: «Los cinco granos proporcionan alimento. Los cinco verduras proporcionan saciedad. Los cinco animales domésticos proporcionan enriquecimiento Las cinco frutas proporcionan apoyo….» Esto significa que una dieta equilibrada, donde los alimentos se consumen en las combinaciones adecuadas de acuerdo a su naturaleza y sabores, sirve como complemento a la esencia que el cuerpo humano necesita.

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