El drenaje linfático manual es una técnica de masaje muy suave y precisa que tiene como finalidad estimular la circulación linfática, aumentando así la capacidad de transporte de la linfa. Fue descrito y desarrollado por primera vez por el Dr. Vodder en 1932 y fue presentado en París en el año 1936 para la regeneración de los tejidos de la piel y del sistema linfático.
El sistema linfático es uno de los integrantes principales del sistema inmunológico del cuerpo que actúa de forma paralela al sistema circulatorio. Es la estructura anatómica que transporta la linfa, siendo ésta un líquido transparente que proviene de la sangre, rico en glóbulos blancos que luchan contra las infecciones motivadas por virus y bacterias.
Este tipo de masaje debe hacerse de forma muy lenta y suave, y sin presión alguna. Se trata de ir dirigiendo la linfa a través de sus finos capilares hasta los ganglios linfáticos para allí dar salida a todas las sustancias tóxicas recogidas.
FUNCIONES DEL DRENAJE LINFÁTICO
Entre otras, podemos citar las siguientes:
- Reducción de edemas
- Eliminación de toxinas del cuerpo: efecto importante contra la celulitis
- Tratamiento de ciertas afecciones crónicas tales como sinusitis, bronquitis y otitis.
- Tratamiento del dolor crónico
- Tratamiento de belleza para atenuar arrugas y estrías, acné, celulitis, tratamiento pre y post operatorio en cirugía estética,…
- Alivio de afecciones articulares crónicas
- Alivio de afecciones musculares crónicas
Siempre será preferible, aunque más cansado, el masaje manual al masaje neumático con aparatos de presoterapia. De siempre es sabido que durante un masaje hay un intercambio y equilibrio energético, el cual ayuda a conseguir resultados adicionales a los que se pretende al dar un masaje para un problema específico.